domingo, 25 de abril de 2010

SONETO

LA ESTANCIA



Tengo una estancia hueca en mi persona,
donde reina la noche más oscura,
hace brotar de mi alma la amargura,
y es algo que mis ansias aprisiona.

Una obsesión que nunca me abandona,
y que me hace dudar de mi cordura,
que lastima mi noche negra y dura,
y de espinas es áspera corona.

Será, tal vez que el ansia de vivir
ya la siento con fría indiferencia,
y no deseo mejorar mi suerte.

Será, tal vez, el miedo de morir
cuando veo pasar con tal frecuencia,
la afilada guadaña de la muerte.

SONETO

LA ESTANCIA



Tengo una estancia hueca en mi persona,
donde reina la noche más oscura,
hace brotar de mi alma la amargura,
y es algo que mis ansias aprisiona.

Una obsesión que nunca me abandona,
y que me hace dudar de mi cordura,
que lastima mi noche negra y dura,
y de espinas es áspera corona.

Será, tal vez que el ansia de vivir
ya la siento con fría indiferencia,
y no deseo mejorar mi suerte.

Será, tal vez, el miedo de morir
cuando veo pasar con tal frecuencia,
la afilada guadaña de la muerte.