EL PAÑUELO
Soneto
Del beso aquel de nuestro amor primero,
un testigo inmortal vive conmigo,
siempre a ni lado es un sincero amigo,
recuerdo material que tanto quiero.
La muerte te llevó aquel frío enero,
en el que yo no pude darte abrigo,
mi gusto hubiese sido irme contigo,
y hacerte compañía en el sendero.
Ahora al recordar aquel momento,
renovando de amor mi juramento,
mi vista se nubló mirando al cielo.
Lágrimas de dolor cierran mis ojos,
al ver la huella de tus labios rojos,
la blancura quebrar de mi pañuelo.
lunes, 4 de agosto de 2008
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