domingo, 30 de marzo de 2008

CAMELIAS

MARGARITA GAUTIER

Ven a la mesa, acércate mujer,
disfruta de la cena del amor,
apura hasta las heces el licor,
como nueva Margarita Gautier..

Tus ansias de locura y de placer,
tu querer, tu pasión y tu rubor,
con ese turbio impulso pecador,
en mis brazos quisiera recoger.

Esta noche que vamos a vivir
y que nunca se habrá de repetir,
rematará la loca bacanal.

Arrincona el dolor y la virtud,
hoy me quiero embriagar de juventud,
en tu frágil y límpido cristal.

viernes, 28 de marzo de 2008

LOS GAÑANES

Ayer, con los pastores, pernocté en la majada,
la testa reclinada en paja del almiar.
Dormía con sosiego escuchando el arrullo
y el muy suave murmullo de un plácido rumiar.

Llegaba a mis sentidos del tomillo el aroma,
con el de la borona guardada en amplio arcón..
Después de haber cenado con el aloque vino
entrañas de porcino por toda colación.

Juraban los gañanes de aquella quintería,
pues ninguno quería quedarse en el lugar.
Comentaban solemnes la esperanza perdida
de encontrar otra vida y hablaban de emigrar

Algunos discrepaban con voces radicales,
con mas recios modales, exigían acción.
Eran los luchadores, que aún esperan la hora,
de saludar la aurora de la revolución.

jueves, 27 de marzo de 2008

TU AMOR DE UN DIA

Aquel amor que me ofreciste un día,
habrá de perdurar para tormento,
llanto, pena, dolor y sufrimiento,
de mi tristeza y de mi agonía.

Fue tan breve tu amor, amada mía,
relámpago que rasga el firmamento,
que toda mi ilusión duró un momento,
y breve fue la luz de mi alegría.

Tu amor de un día, mi única fortuna,
cuando creía yo alcanzar la luna,
no habrá de caer nunca en el olvido,

ha de ser imposible que se pierda,
lo habré de recordar, como recuerda
la golondrina su amoroso nido.

miércoles, 12 de marzo de 2008

VIVIR Y MORIR

EN TUS BRAZOS


Solo en tus brazos se encuentra la vida,
solo en tu pecho anida la esperanza,
solo en ti hay calor, vida y bonanza,
eres tú la mujer que no se olvida.

Sin ti toda ilusión está perdida,
tu presencia trasciende confianza,
a tu lado la altura que se alcanza,
habrá de ser apoyo en la caída.

Solo vive quien puede merecerte,
pagando el duro precio de la muerte,
por la gloria de haberte conocido.

Y el que no encienda de tu amor la llama,
jamás ha de saber como se ama,
mas nunca ha de morir, pues no ha vivido.